El dolor en las articulaciones puede tener una gran variedad de causas como los esfuerzos, sobreuso, traumatismos, infecciones o la presencia de cualquiera de las llamadas enfermedades reumáticas. También es posible que tenga un origen en las emociones, constituyendo una enfermedad del tipo psicosomática, que muchas veces es difícil de diferenciar de un problema de tipo orgánico
.
Los trastornos psicosomáticos
constituyen enfermedades que realmente afectan la salud, no se trata de una simulación
ni son producidas de forma voluntaria por quien las padece, más bien son el
resultado del efecto de ciertos estados emocionales sobre el cuerpo lo que explica
por qué es posible desarrollar enfermedades cuando una persona encuentra sometida
a situaciones de sufrimiento afectivo, emocional, personal o social.
Las manifestaciones psicosomáticas
se encuentran relacionadas con estados mentales definidos y cada tipo de estado
emocional puede desencadenar un tipo particular trastorno psicosomático. En el caso de las enfermedades articulares,
es posible desarrollar un trastorno articular como la Artritis Reumatoide
psicosomática como consecuencia de la tensión muscular sostenida en aquellos músculos
relacionado con la expresión de emociones como la ira y la agresividad cuando
estos sentimientos deben ser reprimidos.
Se ha visto que quienes
deben vivir ocultando o reprimiendo su ira, especialmente ante una situación o estado que le resulta molesto, pueden
desarrollar síntomas como la rigidez o la deformidad en sus articulaciones,
pero a diferencia de las personas que hacen esta enfermedad por causas
orgánicas no es posible confirmar este diagnóstico mediante los estudios de
laboratorios específicos para esta enfermedad, incluso en estos pacientes los
síntomas suelen ser desproporcionados con los hallazgos que se encuentran al
examen físico como es el caso de personas que refieren rigidez, dolor muy
intenso y limitación para la movilización en una articulación que al examen
resulta normal.
¿Cuál es el tratamiento de una enfermedad articular psicosomática?
Las personas con enfermedades
psicosomáticas no responden bien al tratamiento médico específico para la
enfermedad que han desarrollado, incluso suelen interrumpir los medicamentos
por la aparición de síntomas indeseables y tienden a visitar a varios médicos
ante la ineficacia de los tratamientos que han recibido.
Esto en gran parte es debido
a que el origen de su enfermedad es otro, en este sentido las enfermedades psicosomáticas
se han relacionado con la supresión de las emociones y han pasado a llamarse también
como las “enfermedades del silencio” y al no hablar con la boca entonces hablan
con el cuerpo, pero con un lenguaje que enferma y lesiona.
Una vez que se logra
establecer que una persona con una determinada alteración articular esta padeciendo
de un trastorno psicosomático es necesario lograr que ésta haga conciencia de
este hecho y logre identificar cual es la situación que le ha llevado a esta
situación.
Con frecuencia el origen suele
estar en situaciones de pareja, problemas en el hogar, en el trabajo o incluso
en hechos cotidianos que originen molestia o que hayan sido mal manejados. Este
paso es fundamental si realmente se quiere solucionar el problema, ya que de lo
contrario tras el tratamiento médico convencional los síntomas reaparecerán y
el paciente no lograra recuperar su salud de una forma permanente.
Otro aspecto fundamental es
que resulta necesario apoyarse en la ayuda del médico psiquiatra para poder
canalizar las emociones contenidas y dar así solución al verdadero origen del
problema. Este proceso suele acompañarse por atender y manejar aspectos como la
actitud frente al estrés, tratar la ansiedad, mejorar la autoestima, aprender a
comunicar mejor las emociones e incluso aprender a gestionar mejor el tiempo
mediante técnicas tan simples como proponerse metas realistas.
Las enfermedades psicosomáticas
más que una calamidad constituyen una oportunidad de analizar cómo estamos
afrontando las situaciones y que estamos haciendo mal, para evitar repetirlo en
el futuro.
Gracias por su valiosa colaboración, me ha sido de gran ayuda para mi cultura y conocimiento de nuestro cuerpo.
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