Envejecimiento y aparato locomotor




La condición más constante en los seres biológicos es el envejecimiento, este proceso forma parte de la vida misma y se debe a un factor único y permanente como lo es el cambio. Al avanzar la edad todos los órganos y sistemas del cuerpo van a enfrentar diversos cambios, muchos de ellos relacionados con los efectos propios de enfermedades crónicas, sin embargo, no todos estos cambios resultan ser inevitables, factores como los cuidados de la salud y el estilo de vida saludable son capaces de atenuar los efectos de todos estos cambios, contribuyendo a lograr un envejecimiento saludable.


Las estructuras que conforman el aparato locomotor son uno de los principales blancos del proceso de envejecimiento, los huesos, músculos, tendones y articulaciones pierden progresivamente fuerza y flexibilidad al avanzar la edad.  A partir de la sexta década de la vida los músculos pierden la fuerza que tenían en la juventud, se vuelven menos flexibles, los reflejos se tornan más lentos y factores como la coordinación y el equilibrio se ven perturbados.  Estos cambios son más dramáticos cuando coexisten enfermedades como la artritis y la osteoporosis.

Normalmente pensamos en los huesos como una estructura dura, rígida que se mantiene estable a lo largo del tiempo hasta que se produce el desgaste que conocemos como osteoporosis. Esto no es cierto, los huesos se mantienen en constante proceso de renovación, cada día se reabsorbe una pequeña parte del hueso y se forma una nueva, este proceso se efectúan en proporciones similares hasta los 35 años de edad, a partir de allí el proceso de desgaste supera al de formación de nuevo hueso por lo cual se va disminuyendo progresivamente la masa mineral ósea dando origen inicialmente a lo que se conoce como Osteopenia que si progresa puede llegar a convertirse en Osteoporosis.

La osteoporosis afecta el contenido mineral de los huesos, tornándolos frágiles por lo que son propensos a fracturarse ante traumatismos leves.  A diferencia de las demás enfermedades del aparato locomotor, la osteoporosis no produce síntomas, muchas veces una fractura es la primera manifestación de esta enfermedad. Las fracturas ocurren más frecuentemente en la columna vertebral en donde se manifiestan como aplastamiento de las vértebras y a nivel de la cadera, este último caso el tratamiento suele ser quirúrgico ameritando muchas veces el reemplazo de la articulación por una prótesis.

En el caso de las articulaciones la enfermedad articular más frecuente es la artrosis también conocida como osteoartritis, afecta a más de un 80% de los adultos mayores, esta enfermedad se debe al deterioro del cartílago articular, esto se asocia a factores como la herencia, la alimentación, antecedente de traumatismos y lesiones, actividad laboral que se ejecutó durante la vida, peso corporal y el uso que se le haya dado a la articulación.

La artrosis y la osteoporosis son los principales procesos degenerativos que afectan al aparato locomotor, la artrosis afecta la articulación mientras que la o osteoporosis afectan al hueso, son dos entidades distintas sin embargo muchas veces una misma persona puede padecer de forma simultánea ambas enfermedades. 


Las condiciones en las que se encontrarán nuestros huesos y articulaciones dependerá en gran parte de como llevemos nuestra vida, más allá de los factores hereditarios y el tipo de actividad laboral que se haya llevado a cabo,  es posible envejecer con calidad de vida, en este sentido te invitamos a leer un artículo de nuestra web en donde se dan las recomendaciones para lograr un envejecimiento saludable (ver artículo).




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