La relajación puede ayudar a aliviar el dolor


El estrés es capaz de actuar como un detonante que origina o agrava una crisis de dolor crónico, por tal razón es necesario manejarlo adecuadamente para poder combatir eficazmente el dolor.



La vida diaria se encuentra llena de situaciones que pueden convertirse en fuentes de estrés, especialmente si se atraviesan momentos difíciles o simplemente no se está de humor por el dolor. 

Estas situaciones van a estar allí y probablemente no se puedan cambiar, así que la mejor forma de sobrellevarlas es cambiando la forma en que se reacciona ante ellas, en lo que puede ser de gran ayuda la puesta en práctica de técnicas de relajación.

Cuando una persona goza de un buen estado de salud el estrés es una molestia, incluso puede ser un motor que ayude a que se lleven a cabo determinadas tareas o incluso se enfrenten algunas situaciones, pero cuando se sufre de dolor crónico la cosa cambia y el estrés pasa a ser un detonante que es capaz de agravar las molestias y convertir un día bueno o regular en un día malo.

El estrés es un detonante


El estrés es capaz de producir tensión en los músculos, lo cual puede llevar a la aparición de contracturas y espasmos musculares dolorosos. 

En algunos tipos de dolor se ha descrito la presencia de puntos gatillo que al ser estimulados pueden desencadenar una crisis dolorosa.  En el caso de las cefaleas, neuralgias de la cabeza y el cuello e incluso en las lumbalgias la tensión de los músculos puede activar puntos gatillos que originen dolor punzante en estas zonas originándose así una crisis.

El estrés es capaz de producir además sensaciones desagradables como dolor de cabeza, dolor de estómago, elevación de la presión arterial y taquicardia, sumando así más molestias al dolor de base lo cual perturba aún más el estado emocional.

Alivio con ayuda de la relajación


Si bien es cierto que la relajación por sí solo no va a curar el dolor, hay que reconocer que si es capaz de disminuirlo y hacerlo más tolerable y llevadero, esto gracias a una serie de bondades que incluyen:


Mantener el autocontrol. Esto le llevara a enfrentar las situaciones adversas de una mejor manera, evitando así caer en una crisis o desgastarse física y emocionalmente cada vez que ocurra un imprevisto o las cosas no sean de la forma que usted desea.

Reducir los niveles de ansiedad.  Si se es capaz de afrontar situaciones adversas y manejarlas adecuadamente no verá al estrés como un agente perturbador lo que le llevara a sentir menos ansiedad cada vez que se presente.


Disminuir la tensión sobre los músculos. Relajarse es una herramienta útil para disminuir la tensión sobre los músculos, incluso complementándola con técnicas como la visualización se puede lograr disminuir la intensidad del dolor e incrementar la fortaleza del sistema inmune lo que ayuda a combatir la enfermedad (esto último ha sido ampliamente demostrado por ciencias como la Psiconeuroinmunología).

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