Tener una enfermedad articular no es sinónimo de estar incapacitado para llevar a cabo algún tipo de actividad física, al contrario el ejercicio es parte importante del tratamiento de las enfermedades articulares, solo que este deberá ser llevado a cabo de forma tal de no sumar lesiones a las ya existentes.
El dolor que acompaña a muchas enfermedades articulares por lo general agrava con los movimientos por lo que se tiende a buscar permanecer inmóvil, esto lejos de ayudar contribuye a que se asocien molestias como la rigidez que causa más dolor.
A su vez la falta de movilidad lleva a que se pierdan tanto la flexibilidad como la masa muscular, se debilitan los músculos y la articulación se vuelve aun más vulnerable ya que pierde estabilidad.
Beneficios del ejercicio
La practica regular del ejercicio contribuye a aliviar el dolor por varias razones:
- Permite mantener los rangos de movimiento de la articulación previniendo la aparición de contracturas.
- Mantiene e incluso aumenta la masa muscular y por lo tanto la fuerza.
- Contribuye a brindarle mas estabilidad a la articulación previniendo la aparición de nuevas lesiones.
- Mejora el equilibrio.
- Aumenta los niveles de energía.
- Le permite tener mayor independencia lo que se traduce en una mejor calidad de vida.
- Le ayuda a mantener su mente ocupada.
¿Qué tipo de ejercicio es recomendable en personas con enfermedades articulares?
Hacer ejercicios debe ser una rutina que se lleve a cabo de forma regular, la clave esta en comenzar con baja intensidad dos o tres veces por semana y luego ir aumentado el tiempo de actividad física y los días a la semana en que se lleva a cabo según la tolerancia de cada persona.
El mejor tipo de ejercicio es el ejercicio aeróbico, en el caso de lesiones de columna, cadera, rodillas o tobillos es importante además evitar el impacto, por lo que el tipo de ejercicios ideal es el acuático.
¿Cómo ejercitarse en el agua?
El medio acuático ofrece un ambiente seguro para llevar a cabo ciertos tipos de ejercicios, una de sus principales ventajas es que reduce el impacto lo cual es beneficioso ante problemas que afecten las articulaciones de carga brindando además cierta resistencia a los movimientos lo cual contribuye a mejorar la fuerza de los músculos.
Hacer ejercicios en el agua es una técnica de fisioterapia y no es lo mismo que aprender a nadar o recibir clases de natación, de hecho para ejercitarse en el agua no es necesario saber nadar ya que estas actividades se llevan a cabo en zonas poco profundas de las piscinas.
Esta terapia básicamente consiste en llevar a cabo los movimientos de las articulaciones de forma lenta en toda la extensión del rango de movimiento de cada articulación, en la medida que aumenta la tolerancia se aumenta la velocidad con la que se llevan a cabo los movimientos para aportar mayor resistencia lo cual ayuda a fortalecer los músculos.
Ejercitarse en casa
Si bien lo ideal es contar con una piscina, también es posible realizar ejercicios acuáticos en el hogar si se cuenta con una bañera o jacuzzi, en este caso se podrá además obtener el beneficio adicional de llevar a cabo los ejercicios en agua caliente, lo que le permitirá dilatar los vasos sanguíneos aumentando el flujo de sangre hacia sus músculos y articulaciones, así como relajar los músculos lo que facilitara llevar a cabo los movimientos.
En el caso de personas que tienen rigidez en las mañanas llevar a cabo estas actividades luego de levantarse les ayudara a comenzar mejor el día y aflojarse mas rápido, las personas que sientan mas dolor por la tarde que por la mañana pueden beneficiarse se este tipo de ejercicios más al final del día.
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