El dolor de cabeza, también conocido como cefalea, es una molestia común, si bien tiene varias causas es importante destacar que no todo dolor de cabeza es una migraña, debiendo diferenciarse otros tipos también comunes que muchas veces no son bien diagnosticados como ocurre con la cefalea tensional.
Los dolores de cabeza son una de las afecciones más comunes, se puede decir que prácticamente todos tendremos dolor de cabeza varias veces a lo largo de la vida, muchos de ellos motivados por situaciones como el trasnocho, cansancio, insomnio, ingesta copiosa de alimentos o de bebidas alcohólicas, infecciones, cuadros alérgicos, adoptar malas posturas, posterior a un traumatismo o motivado por conflictos o situaciones emocionales intensas.
Este tipo de dolores no representan mayor problema para quien los padece ya que con el uso de un analgésico común suelen desaparecer al cabo de algunos minutos sin dejar ningún tipo de molestia.
En otros casos es posible que el dolor presente unas características más definidas y tienda a persistir, lo cual afecta tanto el humor como la capacidad de llevar a cabo sus actividades diarias a quien lo padece.
Muchas veces ante un dolor de cabeza persistente se suele pensar en que se trata de una migraña, este termino ya se encuentra generalizado y pudiera decirse incluso que sobre diagnosticado ya que si bien las migrañas son frecuentes, no son el único tipo de dolor de cabeza que existe.
Uno de los tipos de dolor de cabeza más intenso que puede presentarse, que además suele durar varios días, es la cefalea tensional, es sorprendente la gran cantidad de pacientes que acuden cada día a diversas consultas y reciben el diagnóstico de migraña cuando en realidad tienen este tipo de cefalea, Otra condición común es en estos casos son las neuralgias, que también suelen ser mal diagnosticadas y serán discutidas en otro post de este blog.
Cefalea Tensional
La cefalea tensional como indica su nombre, es un tipo de dolor de cabeza que se debe a la tensión de las estructuras del cuello, frente y cuero cabelludo. Se trata de un dolor de tipo opresivo en el cual la molestia es descrita como una sensación de tener un casco apretado en la cabeza.
Este tipo de dolor muchas veces se origina en la parte de atrás de la cabeza y el cuello desde donde corre hacia adelante pudiendo alcanzar la región frontal bien sea unilateral o bilateralmente.
Algo característico de la cefalea tensional es el hecho de que la presión sobre algunos puntos desencadena más dolor que incluso puede irradiarse a otras zonas, como es el caso de la frente, la parte alta de la espalda o incluso los hombros, esto es lo que se conoce como puntos gatillo o trigger points.
También es propio de este tipo de dolor el hecho de que dura varios días de forma continua, cosa que nunca sucede con una crisis migrañosa, ya que en esta última el dolor dura de uno a tres días posterior a lo cual desaparece por completo volviendo a presentarse solo si ocurre una nueva crisis.
Qué hacer ante una cefalea tensional
Este tipo de molestias no responden al tratamiento para medicamentos para la migraña ya que los mecanismos que las producen son completamente distintos, esto hace que en un paciente diagnosticado con "migraña" que no refiere alivio con los medicamentos indicados o en el que el dolor dure mas de 72 horas, deba pensarse más bien que estamos en presencia de una cefalea tensional.
Dado que este tipo de dolor es debido a la contractura de los músculos del cuello con afectación secundaria de los tendones y las membranas de recubrimiento del cráneo, deben adoptarse medidas similares a las que se aplican en caso de una contractura muscular, estos tipos de dolor responden bien a medidas como:
- Vigilar las posturas y evitar los esfuerzos posturales.
- Aplicar calor húmedo local sobre el área dolorosa.
- Realizar un masaje suave en el cuello, nuca y cuero cabelludo.
- Realizar compresión directa sobre los puntos dolorosos.
- Usar un antinflamatorio solo o combinado con un relajante muscular.
- Practicar estiramientos de los músculos tensos.
- Adoptar medidas para afrontar el estrés y la tensión emocional.
- Evaluar la calidad del sueño y adoptar medidas de higiene si este no es reparador.
En el caso de que estas medidas no sean suficientes es necesario visitar al médico para verificar si existe alguna otra condición o si efectivamente se trata de una cefalea tensional, así como estructurar un tratamiento personalizado que puede incluir terapias adicionales como un esquema de infiltraciones locales de los puntos gatillos y la fisioterapia. También es importante identificar otras causas de tensión muscular como ocurre en el caso de Sindrome Miofascial y en los problemas de la Columna Cervical.
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