Dolor Crónico



El dolor crónico es la principal causa de incapacidad, los analgésicos alivian el dolor parcialmente pero los pacientes necesitan dosis cada vez mayores para controlar el dolor. El enfoque multidisciplinario permite llegar a un diagnostico y tratamiento correctos.



El principal motivo de consulta al medico es el dolor, puede tener una intensidad que va desde una simple molestia hasta ser realmente insoportable, su localización es variada según su origen y tiende a presentarse acompañado por otros síntomas que facilitan determinar su causa.  En muchos casos desaparece con o sin tratamiento medico en un corto plazo, sin embargo en aproximadamente un 30 a 35 % de los pacientes se convierte en un fantasma que los acompañará por mucho tiempo.  El dolor crónico es una de las principales causas de incapacidad y ausentismo laboral.

Cuando la duración del dolor se prolonga en el tiempo por más de seis meses se le denomina dolor crónico.   Este padecimiento cada día se hace más común, ya que las mejoras en la calidad de vida de la población han llevado a prolongar la expectativa de vida, y por consiguiente a permitir que los individuos vivan suficiente tiempo para que aparezcan problemas degenerativos de todos los órganos del cuerpo.

Una de las estructuras que más comúnmente se ve afectada por los procesos degenerativos crónicos es el aparato locomotor, el deterioro de los cartílagos articulares, los discos intervertebrales, la composición mineral del hueso y la integridad de músculos, ligamentos y tendones dan lugar a diversas enfermedades dolorosas como lo son la artritis, artrosis, hernias discales, espondilitis, neuropatías, osteoporosis, etc. Estas enfermedades tienden a ser progresivas por lo que el dolor, así como los demás síntomas asociados, van aumentando gradualmente su intensidad llegando en muchos casos a ser intolerable para el paciente.

Sin embargo, existen otras causas de dolor crónico que no son de origen degenerativo.  En personas más jóvenes solemos ver casos de migraña, neuralgias del trigémino, así como dolores en la columna cervical y lumbar asociados con malas posturas durante la jornada laboral, con lo que entramos en el mundo de las enfermedades ocupacionales. Los diabéticos por su parte suelen padecer un trastono doloroso muy característico conocido como Neuropatía Diabética.


La Fibromialgia: ¿realidad o ficción?


Hace algunos años atrás se empleaba frecuentemente el término Hipocondríaco en personas que referían dolor intenso en todo el cuerpo sin una causa aparente.  Hoy en día estas personas, generalmente mujeres jóvenes, ya no son condenadas a este dictamen.  Actualmente la mayor comprensión de los mecanismos químicos involucrados en la génesis del dolor aclaran este tipo de cuadros, dándoles un nombre propio: Fibromialgia.

Esta enfermedad es una entidad que produce dolor generalizado, sin embargo existen varios puntos en los que aparece de forma constante y que son clave para hacer el diagnóstico, acompañándose además por tres manifestaciones muy propias como son insomnio, cansancio y ansiedad o depresión.


¿Qué hacemos?


Nuestra labor como centro de Terapia del Dolor ha sido enfocada, a lo largo de nuestros trece años de ininterrumpida labor, a brindar una opción real y efectiva a pacientes que se encuentran padeciendo enfermedades que a lo largo del tiempo les han producido dolor de diversa localización acompañado por síntomas desagradables, que definitivamente han impactado en su calidad de vida, llevándolos a padecer de variados grados de discapacidad; entre estos síntomas desagradables destacan el insomnio, agotamiento, depresión, irritabilidad, angustia y desesperanza.  

Evidentemente todas estas molestias inicialmente afectan el desempeño laboral de quien las padece, la falta de un tratamiento adecuado profundiza los síntomas llevando al individuo a un aislamiento de sus actividades sociales, familiares e incluso actividades de higiene y cuidado personal.  Esto se hace más trascendente si tomamos en consideración que aproximadamente un 30 % de las personas, en edad adulta, padece algún tipo de dolor crónico.

Todo esto ocurre, en gran medida, por la visión tubular al dar un diagnóstico y tratamiento a estos pacientes condicionado por la especialidad del médico al que consultan, de ahí la diferencia en el manejo cuando un dolor, por ejemplo de la región del cuello, es evaluado por un neurólogo, un fisiatra, un traumatólogo, un internista, un neurocirujano o un reumatólogo, cada quien, basado en su experiencia, llegará a un programa de tratamiento muy distinto, surgiendo entonces una interrogante: ¿Cual de todos ellos tiene la razón?, la verdad es que la razón absoluta no la tiene ninguno... 

De ahí surge la iniciativa de crear un centro especializado en Terapia del Dolor, en la búsqueda de convertir esa clásica visión tubular en una visión mas bien integral del problema al permitirle a un paciente ser evaluado por un equipo de profesionales interrelacionados entre si, que trabajan en equipo para brindarle soluciones a cada uno de ellos. En los Centros ó Unidades del Dolor, como es nuestro caso, se intenta realizar un estudio y diagnóstico de los procesos de dolor crónico para entender mejor los mecanismos implicados y aplicar así el tratamiento más específico.

Por tal razón. contamos en El Bienestar con un equipo compuesto por internistas, fisiatras, traumatólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, con lo cual hemos podido brindar respuestas reales, permitiéndoles recuperar su calidad de vida y llegar incluso, en los casos más difíciles, a tener una vida más digna con un reintegro a las actividades sociales, familiares e incluso laborales a nuestros pacientes, en lapsos de tiempo realmente cortos (si consideramos que los mismos pueden estar presentando dolor desde hace varios meses e incluso en la gran mayoría años) y a unos costos realmente accesibles, todo esto además en un ambiente agradable en donde los pacientes son bien atendidos, no deben someterse a largas esperas y disponen de rapidez en la obtención de una cita.


¿En que consiste la Terapia del Dolor?


Al hablar de Terapia del Dolor nos referimos a una serie de técnicas, procedimientos y tratamientos dirigidos a recuperar al paciente con dolor crónico.  Inicialmente se hace necesario una evaluación médica integral, posteriormente según los hallazgos y las impresiones diagnosticas se plantea el plan de tratamiento que suele sustentarse en cuatro pilares: Tratamiento especifico de la enfermedad que produce el dolor, tratamiento del dolor, rehabilitación de la estructura lesionada para recuperar su función y medidas preventivas para evitar recaídas o la aparición de una nueva lesión.



El tratamiento del dolor que aplicamos es de dos tipos, Farmacológico: Los analgésicos suelen ser ineficaces en dolor crónico, por lo que se emplean medicamentos del tipo moduladores, son medicamentos especiales que tienen efectos en los mecanismos de transmisión del impulso doloroso al sistema nervioso central, Terapias:  Aplicamos tratamientos locales en los puntos o estructuras dolorosas para disminuir las molestias y la inflamación, en este sentido contamos con herramientas como la Terapia Neural, los Bloqueos y las Infiltraciones, es estas los medicamentos empleados y los puntos a usar dependerán del diagnóstico de cada paciente.

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