¿Es posible sentir varios tipos de dolor al mismo tiempo?





Normalmente pensamos en dolor como un síntoma o percepción desagradable, pero siempre como una unidad o entidad, de hecho esta realidad se mantiene hasta que en el momento de la consulta médica ante un buen interrogatorio la persona adolorida suele describir “su dolor” en términos de varios tipos distintos de dolor que pueden coexistir de manera simultánea.

Esto inicialmente no es fácil de comprender por quien no lo padece, pero los pacientes con dolor crónico una vez que lo asimilan son capaces de ir llevando un seguimiento de cada uno de sus dolores y la interrelación entre ellos.

Este fenómeno ocurre especialmente en personas con enfermedades como la Artrosis, patología en la que ocurre un desgaste del cartílago articular que lleva a que haya una lesión de las estructuras que conforman la  articulación. 

En personas con artrosis existe un dolor mecánico relacionado con el movimiento y la actividad física, es un dolor sordo localizado en una determinada región que agrava con los movimientos y mejora con el reposo, hace crisis cuando la actividad física o los esfuerzos se incrementan, de noche no suele molestar a la persona por lo que rara vez interrumpe el sueño, este tipo de dolor se conoce como Dolor Nociceptivo.

Si la enfermedad progresa puede afectarse trayectos nerviosos regionales, esto es especialmente frecuente en la artrosis de la columna vertebral, también conocida como espondiloartrosis, allí el compromiso nervioso origina un componente de dolor que es muy distinto, se trata de una sensación de ardor, quemazón o punzadas, estas se presentan igualmente con los movimientos pero también puede desencadenarse por determinadas posturas aunque estas ocurran en reposo, esto mismo hace que pueda presentarse de noche afectando la calidad del sueño.  Aquí entramos al terreno del Dolor Neuropático, relacionado con la presencia de una lesión del sistema nervioso. Esto es lo que ocurre en los pacientes que desarrollan dolor tipo ciática, caracterizado por una sensación de calambre o corrientazo que se inicia en la región lumbar o en el glúteo y corre a través de la pierna hasta llegar al pie, tanto de forma unilateral como bilateral.

Finalmente puede haber otro componente doloroso y es el hecho de que en algunas zonas ocurre en fenómeno de que un estímulo que normalmente no es doloroso como el roce comienza a originar dolor, e incluso una vez que un determinado estimulo produce dolor la molestia persiste mas allá del cese de tal estimulo, aquí la señal dolorosa se magnifica y perpetua en el tiempo originando el fenómeno conocido como Sensibilización.

En la sensibilización las neuronas encargadas de trasmitir dolor se activan de forma anómala ante sensaciones como el tacto,  transmitiendo también señales de dolor, otro fenómeno relacionado es que las  neuronas lesionadas pueden ser capaces de activarse aun en ausencia de estímulo actuando como focos dolorosos ectópicos lo que explicaría fenómenos como el dolor espontáneo que ocurre en ausencia de todo tipo de estimulo, como es el caso del dolor en pacientes con Fibromialgia y en los que padecen enfermedades como el Sindrome del túnel del carpo.

Cada tipo de dolor tiene mecanismos muy propios que lo originan y por lo tanto el tratamiento es distinto en cada caso.  Estos fenómenos explican por qué en un momento dado un paciente tiene un dolor de magnitud desproporcionada al grado de lesión que presenta, igualmente nos permite comprender como algunos pacientes pueden tener alivio de trastornos como una  artrosis de la rodilla tomando ibuprofeno o diclofenac mientras que otros toman estos medicamentos o incluso medicamentos más potentes sin ningún tipo de alivio. 

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