Dolor articular y ritmo circadiano




Nuestro cuerpo esta dotado de un sistema complejo de relojes biológicos capaces de regular la producción de diversas hormonas de forma cíclica a lo largo del día. La perturbación de este sistema afecta directamente al sistema inmunológico produciendo patrones típicos de agravación de enfermedades como la artritis reumatoidea cuyos sintomas son mas intensos al levantarse, disminuyendo progresivamente con el correr del día.


Los pacientes con artritis inflamatorias como la Artritis Reumatoide presentan variaciones en el dolor y la inflamación a lo largo del día, por lo general estas molestias son más intensas por la mañana y suelen mejorar con el paso de las horas.

Este fenómeno ha sido atribuido a factores como el reposo y la disminución de la temperatura ambiental a primeras horas de la mañana, sin embargo investigaciones recientes han puesto en evidencia que la inflamación articular es producto del efecto de numerosas sustancias producidas en el organismo con un patrón de secreción relacionado con el ritmo circadiano.

Así como el reloj biológico regula funciones cíclicas como el sueño y la vigilia, la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, también tiene efecto sobre la producción de hormonas y el funcionamiento del sistema inmunológico.  Este reloj se encuentra ubicado en la profundidad del cerebro por detrás de los nervios ópticos, que le llevan información directa procedente de la retina que le permite saber si es de día o de noche, y por encima de estructuras como el hipotálamo y la hipófisis, que son los ejes reguladores de la producción hormonal del organismo.

La perturbación del reloj biológico trae consigo una serie de cambios, entre ellos la afectación del funcionamiento del sistema inmunológico.  Esto se pone en evidencia en sujetos que trabajan turnos nocturnos, cuidadores de enfermos que deben permanecer despiertos, personas que deben viajar frecuentemente atravesando varios husos horarios (jet-lag) y personas con insomnio.  En estos grupos se ha encontrado una mayor incidencia de enfermedades como el síndrome metabólico, que es capaz de exacerbar el aumento de la producción de sustancias inflamatorias que además de incidir sobre las articulaciones tienen un impacto negativo sobre el sistema cardiovascular.

Existen dos hormonas que tienen un patrón de secreción directamente relacionado con el ritmo circadiano y que tienen la capacidad de afectar al sistema inmunológico, ellas son la Melatonina y el Cortisol.  La Melatonina es una sustancia relacionada con el sueño, su secreción se inicia durante la oscuridad alcanzando su pico máximo cerca de la media noche.  El Cortisol por su parte tiene niveles máximos durante la mañana y disminuye progresivamente al finalizar el día, esta hormona tiene un efecto más bien antiinflamatorio.

La Melatonina es capaz de estimular la producción de una serie de sustancias que activan los procesos inflamatorios, especialmente la Interleuquina 6 (IL-6), esta sustancia es producida en gran parte por unas células sanguíneas  conocidas como Linfocitos T y tiene entre sus efectos la capacidad de activar el sistema inmunológico para que lleve a cabo la producción de sustancias que originan inflamación y destrucción articular. Los pacientes con artritis reumatoide producen mayores niveles de Melatonina lo que pudiera relacionarse con el proceso inflamatorio articular y su agravación al inicio del día.


De esta investigación se desprenden 2 interesantes conclusiones:


  • La identificación de las relaciones entre la secreción de sustancias inflamatorias y los ritmos biológicos abre la puerta a la necesidad de adaptar los esquemas de tratamiento a estos fenómenos con la finalidad de emplear los medicamentos en los horarios en que resulten más eficaces para llevar a cabo los efectos esperados. 
  • Debe hacer reflexionar sobre la automedicación en personas con enfermedades crónicas, sustancias como la Melatonina son consideradas como “naturales” por muchas personas quienes la emplean para ayudar a conciliar el sueño, en el caso de pacientes con artritis reumatoide el uso de esta hormona es capaz de agravar el cuadro originando más dolor e inflamación articular.

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