El sobrepeso y la obesidad se
acompañan de una importante sobrecarga mecánica sobre las articulaciones,
especialmente sobre la articulación de la rodilla, que puede alcanzar un gran
deterioro cuando la sobrecarga se acompaña además factores como el impacto.
Los cambios articulares propios
de la artrosis afectan al cartílago articular, este revestimiento suele
deteriorarse cuando las articulaciones son usadas de forma excesiva o son
sometidas a esfuerzos y sobrecargas para las que no se encuentran preparadas.
La artrosis es capaz de afectar a
cualquier articulación de una forma que puede ser predecible si se toman en
cuenta factores como la genética, el tipo de actividad laboral que se ejecuta, práctica
deportiva, hobbies y sobre todo el peso corporal. Estas condiciones son capaces de ocasionar
daño progresivo en el cartílago que muchas veces se manifiesta a mediano y
largo plazo con dolor iniciado y agravado con los movimientos, en grados más
avanzados se acompaña además por traquido en las articulaciones afectadas.
Es interesante resaltar que el
cartílago articular tiene un grosor de unos 3 mm y carece tanto de vasos
sanguíneos como terminaciones nerviosas, el cartílago como tal no duele, el
dolor en la artrosis se origina en el hueso que se ubica por debajo del
cartílago conocido como hueso subcondral.
El sobrepeso y la obesidad están directamente
relacionados con el desarrollo de artrosis especialmente en las mujeres. Varios
estudios han puesto en evidencia que si se comparan mujeres obesas y mujeres
con peso normal que tienen grados similares de artrosis de la rodilla, las
obesas refieren mayor intensidad del dolor, incluso en la medida que aumenta el
Índice de Masa Corporal (relación entre el peso corporal y la estatura en la
que a mayor peso mayor índice de masa corporal) incrementa el grado de dolor
asignado en las escalas que lo cuantifican.
El impacto por su parte
incrementa el efecto del peso sobre la articulación, exacerbando su deterioro. Las actividades de alto impacto como correr y
saltar son capaces de lesionar por si mismas esta articulación.
Además del factor mecánico del aumento de carga relacionado con el peso no se excluye la posibilidad de que algunos factores metabólicos propios de la obesidad sean capaces de afectar directamente al cartílago, como lo son los niveles elevados de sustancias como la Leptina y las Interleuquinas que tienen un efecto inflamatorio sobre los tejidos, especialmente el cartílago articular.
Efectos de bajar de peso
Bajar de peso contribuye a disminuir
el dolor, lo que permite aumentar la actividad física y por ende disminuir aún
más el peso corporal. La actividad
física por su parte fortalece la musculatura y mejora tanto la flexibilidad como
los rangos de movimiento lo que estabiliza la articulación y disminuye el
progreso de la artrosis.
Las personas con artrosis de la rodilla pueden practicar actividad física, son muchos los beneficios del ejercicio en personas con enfermedades articulares.
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