El traquido es una sensación de chasquido que se presenta cuando una articulación efectúa algún tipo de movimiento. Muchas veces no solo es perceptible, sino además audible, pudiendo ser señal de algunas lesiones ubicadas en la columna cervical.
Los huesos se encuentran
revestidos por un tejido especial conocido como cartílago en los sitios en los
que se unen o articular con otros huesos. Este cartílago cumple una importante
función, al brindar una superficie lisa que facilita el desplazamiento de los
huesos lo cual lleva a que finalmente ocurra el movimiento.
Cuando este tejido se lesiona, su
afectación se manifiesta como erosiones, lo cual hace que su superficie se
torne rugosa añadiendo fricción al movimiento, lo que se percibe inicialmente
como una sensación de “tener arena en el cuello” que progresa a la aparición
del traquido.
¿Por qué ocurre la lesión del cartílago
articular?
El cartílago es un tejido vulnerable
a la sobrecarga mecánica que es resultado de la adopción de posturas sostenidas
por largos periodos de tiempo, lo que es cada vez más frecuente cuando se
llevan a cabo actividades laborales que
ameriten del uso del ordenador, tabletas o teléfonos inteligentes.
Otra condición relacionada con el
desarrollo de lesiones del cartílago es la práctica de actividades deportivas
con impacto, tales como correr y rodar bicicleta. Si bien este tipo de actividades afectan con
mayor frecuencia a la columna lumbar, son capaces de agravar trastornos de
segmentos superiores de la columna vertebral como es el caso de la columna
cervical.
El traquido articular es una señal temprana de enfermedades como la Artrosis
La lesión del cartílago es el
mecanismo que lleva al desarrollo de la Artrosis, principal trastorno
degenerativo del aparato locomotor que llega a afectar a más del 80% de las
personas mayores de 70 años.
Podemos decir entonces que el
traquido es una señal temprana de artrosis, si este no es tomado en cuenta o no
se llevan a cabo las intervenciones necesarias para detener el progreso del
desgaste articular se asociaran nuevos síntomas como el dolor de la
articulación con el movimiento y la deformidad producto de la degeneración de
la articulación, por suerte esta nunca es tan incapacitante como la deformidad
asociada a otras enfermedades reumáticas, en especial la artritis reumatoidea.
La presencia de traquido amerita
llevar a cabo evaluaciones médicas pertinentes para evaluar el estado de las
articulaciones entre las vértebras, con la finalidad de iniciar un tratamiento
temprano y evitar el progreso hacia una artrosis.
Muchas veces la corrección de las
malas posturas junto con la adopción de las pausas activas es suficiente para
detener esta molestia, en algunos casos puede ser necesario llevar a cabo
tratamientos como la fisioterapia con lo que suele mejorar mucho esta
condición.
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